Los alimentos que se ofrecen en los diferentes establecimientos
de comida en Colombia son muy variados. Se ofrecen diversas opciones a la
población, sin embargo, el ajetreo hace que la solución más rápida y económica
sean los fritos y los alimentos poco balanceados como papas en bolsa, gaseosas
altas en azúcar, dulces de todo tipo o snacks con un bajo de aporte
nutricional.
De hecho, la cocina colombiana se caracteriza
por su alto contenido calórico y por sus alimentos muchas veces ricos en
colesterol. Estos hábitos alimenticios, por supuesto, afectan ala ciudadanía,
quienes son nuestro foco de estudio en esta investigación, específicamente los
colombianos.
Los efectos de una apretada vida laboral,
académica y los malos hábitos alimenticios en Colombia pueden llevar a un serio
problema de salud en personas de todas las edades. Estos van desde la obesidad
hasta personas delgadas con malnutrición que poco se imaginarían que no son
saludables.
La obesidad es una trastorno alimenticio que de
por sí predispone al organismo que la padece a enfermedades cardiovasculares,
diabetes mellitus tipo 2, ictus , osteoartritis, apnea del sueño, padecimientos
dermatológicos, puede contribuir a algunas formas de cáncer (cáncer uterino y
mamario en mujeres) y padecimientos gastrointestinales. Por otro lado se deben
considerar también los efectos psicológicos como la baja autoestima, la
depresión y/o trastorno dismórfico corporal.
En el otro lado de la balanza se encuentran
aquellas personas que dejan de lado la importancia de una buena alimentación.
La desnutrición es producto de una dieta deficiente, muy baja en calorías y en
proteínas que no cubre la energía que el cuerpo necesita gastando más de la que
consume. El no respetar los horarios alimenticios y el no darle importancia a
la nutrición, no solo afecta el buen rendimiento del cuerpo sino que también
trae consigo padecimientos como lo son la anemia, la gastritis, defensas bajas
que ponen en riesgo al organismo pudiendo provocar infecciones intestinales y
respiratorias. En el peor de los casos la desnutrición lleva a la reducción de
la masa muscular del corazón produciendo en el largo plazo y en el peor de los
casos una insuficiencia cardiaca y luego la muerte.